El plástico forma parte de nuestra vida cotidiana y de nuestros hábitos de consumo y sigue produciéndose en cantidades masivas, lo que genera cada vez más residuos.
Se trata de una situación compleja que ha provocado diversas respuestas normativas en todo el mundo. En Río Tercero las reglamentaciones se centran principalmente en los principios clave de la economía circular y, sobre todo, en el reciclaje.
Actualmente, el 99% de los residuos termoplásticos se reciclan mediante el llamado reciclaje "mecánico": después de ser recogidos y clasificados para obtener depósitos separados en familias de polímeros "homogéneos", los residuos se clasifican en exceso, se lavan, se trituran, se extruyen, se transforman en copos o gránulos y luego se reutilizan en forma de materias primas recicladas (RRM ), o materias primas secundarias, sin modificar la estructura del polímero.